Título: ¡Despéinate!
Autor/a: Tamara Marín
Editorial: Autopublicado
Nº de páginas: 296
Fecha publicación: 6 Septiembre 2019
Autor/a: Tamara Marín
Editorial: Autopublicado
Nº de páginas: 296
Fecha publicación: 6 Septiembre 2019
Sinopsis
Eli es una educadora infantil de veintitrés años, joven e impulsiva. Le encantan los tatuajes, los piercings y la velocidad, no necesariamente en ese orden.Ella vive «despeinada» y le importa bien poco lo que la gente opine.Max es un bombero de treinta cuatro años; serio, organizado, meticuloso y le gustan las mujeres parecidas a él.¿Conseguirá Max apartar a un lado sus prejuicios? ¿Podrá Eli estar con un hombre tan opuesto a ella?¿Serán capaces de dejar atrás sus diferencias?
Opinión Personal
La vida de Eli es un tanto caótica; vive con su padre, con el que su relación es bastante peliaguda, pues es un hombre rígido y estricto que no hace que la convivencia sea muy amena. Además, no encuentra trabajo de lo suyo y últimamente no hace otra cosa que meterse en problemas. Por eso, ante la última visita de la policía, su padre decide mandarla a vivir una temporada con su hermano, Bruno.
Bruno vive solo con su hijo, Thiago. Un nene de apenas unos meses que tiene loca a su tía y al que ve menos de lo que le gustaría. Además, la relación de Eli con su hermano no puede ser mejor, por lo que irse a vivir con las dos personas que más quiere en el mundo le parece una idea excelente. Además, rápido encuentra trabaja y, encima, de lo suyo; en una guardería. Y su compañera, Sofía, es una chica encantadora con la que congenia a las mil maravillas.
Todo es perfecto salvo por un pequeño detalle. Uno que se presenta como el mejor amigo de su hermano que, además, es su vecino, once años mayor que ella y con unos prejuicios que no van con nada con ella. Pero, aunque son totalmente opuestos, pues Eli es desenfrenada, sin pelos en la lengua, llena de tatuajes y con piercings, Max es estirado y demasiado correcto o lo que, como dice Eli, parece que lleve un palo metido por el culo.
Y hasta aquí podemos leer, pues se trata de una historia divertida, alocada y llena de risas. De esas que las terminas con un buen sabor de boca y una sonrisa. El lenguaje de Tamara el fluido y nada pesada. Sabe manejar a la perfección el carácter tanto de Eli como de Max, que son totalmente opuestos, y detallarlos tan bien que te imaginas cómo son desde la primera página.
Además, hay una historia secundaria entre dos de los personajes que es tan bonita que, a veces, eclipsa a la principal, sobre todo a mitad de libro cuando la actitud de Max es tan poco aceptable que te dan ganas de matarlo.
Es una historia real, del día a día, que nos habla de perdonas, de superación, de miedos, de inseguridades, de cambios, de comienzos y, sobre todo, de prejuicios. Esos malos compañeros que, en más de una ocasión, nos hacen meter la pata hasta el fondo por no querer seguir investigando y conociendo a la persona que tenemos al lado.
Una historia muy bonita. Perfecta para leer entre historias densas cuando lo que buscas es algo ligero sin demasiada intensidad.
Bruno vive solo con su hijo, Thiago. Un nene de apenas unos meses que tiene loca a su tía y al que ve menos de lo que le gustaría. Además, la relación de Eli con su hermano no puede ser mejor, por lo que irse a vivir con las dos personas que más quiere en el mundo le parece una idea excelente. Además, rápido encuentra trabaja y, encima, de lo suyo; en una guardería. Y su compañera, Sofía, es una chica encantadora con la que congenia a las mil maravillas.
Todo es perfecto salvo por un pequeño detalle. Uno que se presenta como el mejor amigo de su hermano que, además, es su vecino, once años mayor que ella y con unos prejuicios que no van con nada con ella. Pero, aunque son totalmente opuestos, pues Eli es desenfrenada, sin pelos en la lengua, llena de tatuajes y con piercings, Max es estirado y demasiado correcto o lo que, como dice Eli, parece que lleve un palo metido por el culo.
Y hasta aquí podemos leer, pues se trata de una historia divertida, alocada y llena de risas. De esas que las terminas con un buen sabor de boca y una sonrisa. El lenguaje de Tamara el fluido y nada pesada. Sabe manejar a la perfección el carácter tanto de Eli como de Max, que son totalmente opuestos, y detallarlos tan bien que te imaginas cómo son desde la primera página.
Además, hay una historia secundaria entre dos de los personajes que es tan bonita que, a veces, eclipsa a la principal, sobre todo a mitad de libro cuando la actitud de Max es tan poco aceptable que te dan ganas de matarlo.
Es una historia real, del día a día, que nos habla de perdonas, de superación, de miedos, de inseguridades, de cambios, de comienzos y, sobre todo, de prejuicios. Esos malos compañeros que, en más de una ocasión, nos hacen meter la pata hasta el fondo por no querer seguir investigando y conociendo a la persona que tenemos al lado.
Una historia muy bonita. Perfecta para leer entre historias densas cuando lo que buscas es algo ligero sin demasiada intensidad.